Lindsie Katz, Violinist 

Cuando empezamos a tocar un instrumento, a menudo es porque hay algo en él que nos atrae, nos hace sentir conectados y/o nos inspira a explorar nuestra creatividad. A veces, nos cuesta expresar con palabras lo que nos atrajo exactamente: ¿es el sonido del instrumento? ¿Es lo que sentimos al escucharlo? ¿Es lo divertido que parece cuando los músicos tocan muy rápido? 

Tocar un instrumento musical es una de las formas más directas de experimentar la creatividad y la conexión. Nuestra curiosidad y el impulso de mostrar al mundo quiénes somos y qué tenemos que decir es lo que nos hace todos artistas, sin importar nuestra procedencia, nuestra capacidad, nuestra edad o cualquier otra cosa que creamos que nos frene.

La tendencia a contenerse puede convertirse en una dificultad para la motivación. Cuando experimentamos esto, no funciona simplemente "esforzarse más", sino que tenemos que volver a la razón por la que elegimos tocar un instrumento en primer lugar: porque somos seres intrínsecamente curiosos y creativos y queremos compartir lo que somos con el mundo. Este enfoque nos ayuda a encontrar una motivación que dure a largo plazo, no sólo a corto plazo.

Puede ser fácil olvidar todo esto durante el dragado diario a través del lodo que todos experimentamos. Tenemos que idear un plan para salvar la distancia entre nuestras aspiraciones a gran escala y el día a día práctico. He aquí una lista que se me ha ocurrido para ayudarme a sentirme motivada a diario, especialmente cuando practicar es lo último que quiero hacer (porque seamos sinceros, no todo es glamouroso):

🎵 Escoge una hora regular del día para practicar. Esto me ha ayudado tanto a mí como a mis alumnos a entrar en una rutina regular. Cuando llega ese momento del día, sabemos que tenemos tiempo para ello porque está previamente reservado para la práctica.

🎵 Poner un temporizador. Un temporizador nos ayuda a ponernos "en la zona" rápidamente, a practicar de forma eficiente y a ceñirnos a una tarea.

🎵 Haz descansos. Los descansos son importantes para nuestro físico y salud mental. Puede ser fácil decir: "Todavía estoy en la zona, no quiero perder el progreso", pero a menudo nos detenemos cuando es demasiado tarde, cuando ya hemos pasado nuestro límite. Queremos encontrar el punto dulce de la concentración durante la práctica y el tiempo de inactividad en el medio. Los descansos pueden (y se podría decir que deberían) no tener nada que ver con el instrumento, de modo que le demos un respiro a nuestro cuerpo y a nuestra mente pensante.

🎵 ¡Aperitivos! Sé que esto puede parecer obvio o innecesario, pero recordar comer bocadillos y beber agua es vital para nuestro nivel de energía y concentración, ambos muy importantes para practicar. No subestimes la importancia de tus necesidades físicas para apoyar tu forma de hacer música!

🎵 Date una recompensa. Las recompensas pueden ser diferentes para cada persona. Qué es lo que te motiva a ti? Puede ser un capricho, una película, una salida divertida, un juego de mesa, tiempo al aire libre (¡aunque esto es bueno tenerlo como parte de nuestra vida diaria de todos modos!), etc. Practicar puede ser divertido (¡y muchas veces lo es!), pero al igual que cualquier otra cosa, puede sentirse como una tarea más que tenemos que tachar de nuestra lista. Así que tenemos que asegurarnos de que nos apoyamos para seguir practicando incluso en los días más difíciles.

A continuación, se ofrecen algunos consejos prácticos útiles para los estudiantes que llevan un tiempo estudiando: 

🎵 Calienta con un bordón. Elige una escala, (por ejemplo, Re mayor), toca la nota en tu aplicación de afinación o en tu afinador, y toca tu escala muy lentamente, escuchando cómo resuena cada nota junto al bordón continuo. Esto es genial para entrenar el oído y puede ser muy meditativo y agradable. Es una de mis cosas favoritas para tocar en mi violín.

🎵 Concéntrate en el sonido. Estate presente con el sonido, con tu cuerpo, en lo físico. Qué notas/sientes/imaginas que puede ayudar a crear los diferentes sonidos que quieres? Piensa en tu cuerpo como una herramienta y no como una barrera.

🎵 Utiliza un metrónomo. Utiliza el metrónomo en tu beneficio, no sólo como un mecanismo para "espaciar". Una forma que es muy útil es tocar dos frases, pero poner varios clics entre ellas, y disminuir lentamente los clics hasta que estés tocando continuamente. Esto ayuda a nuestro cuerpo a entender el ritmo musical natural que queremos al final de una frase, y a la vez a recuperar el ritmo al comienzo de la siguiente.

🎵 Ralentiza el movimiento. Sabemos que hay que tocar más lento para conseguir los detalles, pero eso muchas veces no se traduce en el tempo indicado. ¿Por qué? Porque tendemos a cambiar nuestra técnica cuando tocamos más lento, en lugar de mantener los movimientos igual. Intenta tocar algo más lento, pero con movimientos exagerados, y redúcelos a medida que vayas más rápido. Es como correr: cuanto más rápido quieras ir, más pequeños serán los movimientos, ¡y no al revés!

🎵 Grabarte a ti mismo. Esta es una herramienta poderosa! Puedes recibir retroalimentación inmediata y ser tu propio maestro en lugar de esperar a tu lección semanal. Esto puede acelerar el proceso de aprendizaje de forma bastante dramática y ayudar a minimizar la discrepancia entre lo que cree que estás tocando y lo que realmente es tocar.

🎵 Separar las manos. Hacer una cosa a la vez ayuda a nuestro cerebro y a nuestro cuerpo a reconectarse entre sí. Usar una mano a la vez y luego volver a juntarlas es sencillo (¡no necesariamente fácil!) e iluminador. En el caso de las cuerdas, esto puede ser una práctica de cuerdas abiertas (sin mano izquierda) y luego una práctica de dedos (sin arco).

🎵 Aprovecha tu imaginación. Piensa en una imagen, inventa una historia, escribe algunas palabras descriptivas (las palabras de emoción son las que mejor funcionan). Sé lo más detallado posible! Esto nos ayuda a trasladar lo que tenemos en la cabeza a nuestro instrumento de forma mucho más convincente.

Esta lista no es exhaustiva porque siempre hay más formas divertidas y nuevas de practicar. Prueba algunos de estos consejos y cuéntanos cómo te va.

¿Se te ha ocurrido alguna forma emocionante de practicar que funcione de maravilla? Escríbenos. Nos encantaría saber de ti.